Declaración de Encuentro Latinoamericano sobre construcción y fortalecimiento de sistemas de salud universales, inclusivos y sostenibles
El Primer Encuentro Latinoamericano sobre Construcción y Fortalecimiento de Sistemas Universales de Salud Inclusivos y Sostenibles organizado por el Cebes - Centro Brasileño de Estudios en Salud, el Ministerio de Salud del Brasil y la OPS - Organización Panamericana de la Salud, realizado en Brasilia, Brasil, entre el 30 de junio y el 1 de julio de 2023 contó con la participación de organizaciones como ALAMES, Clacso - Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y el Movimiento por la Salud de los Pueblos MSP, entre otros, y delegaciones de México, República Dominicana, Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolívia, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil.
Agenda para la transformación hacia la conquista del derecho universal a la seguridad social y la salud en América Latina
Los participantes del Encuentro Latinoamericano sobre la Construcción y el Fortalecimiento de Sistemas Universales de Salud Inclusivos y Sostenibles aprueban la siguiente declaración, presentando una agenda de transformaciones para lograr el derecho universal a la seguridad social y salud en América Latina:
Reconociendo la persistencia de las desigualdades sociales que se expresan en América Latina, especialmente en el campo de la salud.
Reconociendo que estas desigualdades en salud en el continente tienen raíces históricas, culturales, geográficas, políticas, económicas y sociales y se interseccionan con la clase, la raza, la etnia y el género
Reconociendo que los procesos de salud-enfermedad en América Latina tienen determinaciones sociales propias, asociadas a las relaciones históricas entre el Norte y el Sur globales que deben ser tenidas en cuenta y que se expresan en cada territorio de manera particular.
Considerando que un sistema público de salud universal requiere instituciones educativas comprometidas con la formación crítica, participativa y solidaria.
Conscientes de la importancia de la democracia y la participación social en la construcción de sistemas de salud igualitarios y universales, así como en la construcción colectiva de una conciencia crítica del derecho a la salud.
Constatando el papel de la relación entre el capitalismo financiarizado y el Estado en este contexto histórico de consolidación del sector privado en salud, desde el advenimiento del complejo médico-industrial transnacional en la región y especialmente desde el régimen de apropiación del conocimiento a través de derechos de propiedad intelectual y de la hegemonía neoliberal.
Constatando que las políticas económicas neoliberales adoptadas a partir de las décadas de 1980 y 1990 en toda la región profundizaron las desigualdades sociales y consolidaron la inserción del sector privado en los sistemas de salud, no sólo a través de la entrega de recursos públicos a los administradores privados, sino también la entrega de la gestión y de la prestación de servicios a sistemas privados.
Considerando que la propuesta de cobertura universal combinada con el fomento del sector privado resultó en la segmentación y fragmentación de los sistemas de salud, produjo servicios públicos de baja calidad para las clases sociales desfavorecidas y avanzó hacia la privatización estructural de la gestión de los recursos públicos y la prestación de servicios por agentes privados.
Considerando las limitaciones de los sistemas de seguridad social en los países de América Latina, los cuales, con altas tasas de desempleo e informalidad, necesitan tener su financiamiento garantizado por un fondo público de base social, no dependiente de las contribuciones por el trabajo.
Reafirmando los principios de Alma-Ata, que prevén el papel central de la Atención Primaria de Salud (APS) para garantizar el acceso integral, territorial e intercultural a los servicios de salud y la transformación de las condiciones de vida de las poblaciones.
Considerando que la consagración del derecho fundamental a la salud en toda la región debe ser entendida como un bien común, en una construcción social del cuidado de la vida humana y no-humana en interdependencia, más allá de la atención a la salud y con independencia del poder adquisitivo de las personas.
Considerando los diferentes pueblos, naciones y culturas que habitan el continente, en especial la población indígena, quienes exigen un modelo de salud que tenga en cuenta otros saberes y conceptos de salud más allá del modelo biomédico; y de sus cosmovisiones en torno al buen vivir, que constituyen un mensaje de profunda transformación de la relación entre naturaleza y sociedad que debe ser reconocida como una alternativa al modelo de desarrollo hegemónico;
Considerando la intensificación de los conflictos violentos, el narcotráfico y las guerras producto de las disputas imperialistas y los modelos capitalistas extractivistas.
Considerando que el modelo de desarrollo económico dominante bajo la lógica de la ganancia, ha provocado desastres como la crisis climática, la sanitaria, el hambre, la inseguridad alimentaria y la crisis migratoria, que amenazan la continuidad de la vida en el planeta.
En este contexto:
1. Llama a los Estados latinoamericanos a construir un camino para transformar nuestras realidades sociales a partir del cuidado colectivo de la vida humana y no humana, para que sea posible avanzar en la construcción de sistemas integrales de protección social que articulen políticas públicas universales y, al mismo tiempo, interculturales basadas en la solidaridad, la dignidad y el reconocimiento de la diversidad de la vida.
2. Afirma la necesidad de ampliar el financiamiento de un sistema público universal de salud de manera sostenible basado en sistemas tributarios progresivos integrados con la recuperación de los aportes a la seguridad social y la administración pública de los recursos, de manera democrática, transparente y con garantías constitucionales de los recursos necesarios;
3. Es urgente que los Estados latinoamericanos inviertan en infraestructura de servicios públicos, con financiamiento adecuado integrado a redes sociosanitarias.
4. Subraya que un sistema de salud público universal centrado en el marco del cuidado de la vida y más ampliamente integrado con la protección social requiere trabajadores de la salud bien remunerados, con condiciones dignas, estables y educación permanente que permitan el mantenimiento del compromiso con la garantía de los derechos de las personas y comunidades.
5. Fomenta el reconocimiento y la inversión en ciencia y en los diferentes tipos de conocimiento para garantizar la provisión de insumos y tecnologías relevantes para la salud, incluida la priorización y el fortalecimiento de la producción pública nacional y la integración regional para garantizar la soberanía en la salud y reducir la dependencia de la industria privada y del Norte global.
6. Destaca la necesidad de inversiones dirigidas a incluir a América Latina en el complejo productivo nacional de la salud, no solo como proveedor de materias primas, sino como productor de vacunas, biofármacos, insumos y fitoterapias, con una amplia inclusión y valoración del conocimiento y la experiencia, de la comunidad y de los pueblos originarios, del potencial científico y tecnológico en una amplia cooperación entre los países de la región.
7. Celebra la diversidad cultural y territorial de los pueblos latinoamericanos y refuerza la necesidad de producir una verdadera interculturalidad que dialoga y co-construye transformaciones a partir de sistemas de saberes diversos, en una perspectiva decolonial.
8. Refrenda una propuesta de transformación de los sistemas de salud que supere el modelo biomédico hegemónico, garantice los principios de universalidad, integralidad e igualdad,
priorizando la promoción y prevención en redes regionalizadas de atención integral, ordenada por la atención primaria en salud integral y que garantice acceder a servicios y tecnologías adecuados en todos los niveles de atención de calidad.
9. Reitera la necesidad de garantizar la salud como un derecho humano inalienable, que reduce las desigualdades y mejora las respuestas a las diferentes necesidades de salud, considerando la transformación de los procesos que producen y reproducen la matriz de relaciones injustas, desiguales y neocoloniales en el orden mundial.
10. Apoya la creación de un observatorio para monitorear el grado de privatización en salud y para promover la desprivatización de los sistemas de seguridad social y salud en América Latina.
11. Llama a los Estados a garantizar la participación real y efectiva de las comunidades y poblaciones en la toma de decisiones y en la articulación hacia transformaciones efectivas que combatan los procesos que deterioran la vida y conduzcan al buen vivir y el cuidado del medio ambiente.
12. Propone la creación de un foro latinoamericano por el derecho universal a la salud, integrado por representantes de los pueblos y gobiernos de la región, con el fin de intercambiar sistemáticamente análisis de la situación de salud nacional y subnacional, así como para articular y complementar las políticas públicas y los mecanismos de participación popular en salud.
13. Insta a no olvidar las lecciones dejadas por la pandemia, que no interesan al capitalismo del desastre, que surgen de las soluciones solidarias, colectivas y públicas que salvaron vidas.
14. Llama a la promoción de la paz y de la justicia social para superar las guerras y los conflictos violentos.
15. Llama a aprovechar las oportunidades del contexto político regional para profundizar la integración y soberanía latinoamericana y caribeña y la soberanía en salud.
Por lo tanto, convoca a los pueblos a movilizarse en todos los niveles para pasar de la resistencia a la lucha por transformaciones reales.
Brasilia, 1o de julio de 2023